El Barrio del Realejo es el antiguo barrio judío de Granada que en el siglo VIII los árabes denominaron Garnata al-Yahud, que significa “Granada de los judíos”. Los habitantes del Realejo vivieron en armonía durante la época árabe pero, con la llegada de los Reyes Católicos, los judíos fueron expulsados de este territorio. Fue entonces cuando el barrio recibió el nombre de El Realejo.
Situado a los pies de la Alhambra, hoy en día es uno de los barrios más visitados de la ciudad granadina. La herencia sefardí sigue presente en sus calles, rincones y miradores que atraen la atención de las miles de personas que cada año visitan este antiguo barrio judío.
Conociendo El Realejo, el barrio judío de Granada
Afortunadamente el barrio judío del Realejo fue una de las zonas menos afectadas por la peste a finales del siglo XVII, lo que nos permite hoy en día seguir disfrutando de su arquitectura y esencia casi intacta. Cuenta la leyenda que la gente creyó que este barrio se salvó de las consecuencias de la grave enfermedad por rezar constantemente a la estatua del Cristo de los Favores. Hoy en día se siguen reuniendo centenares de personas cada Viernes Santo alrededor de la estatua, a las 15:00h, para pedirle tres deseos.
Te invitamos a pasear por este tranquilo y pintoresco barrio para descubrir cada uno de sus secretos y rincones. Sus adoquinadas y luminosas calles te harán transportarte al barrio judío de hace años. Desde la calle Pavaneras, entrada al Realejo donde encontrarás la estatua del judío erudito Yehuda Ibn Tibon, hasta la Corrala de Santiago, casa de vecinos típica del siglo XVI, pasando por la placeta de la Puerta del Sol, un magnífico mirador en el que encontrarás un antiguo lavadero.
En la entrada del barrio, en la calle Pavaneras, encontrarás la Casa de los Tiros, que durante mucho tiempo fue sede del Ateneo de Granada. Ahora es un museo que debe su nombre a la artillería que hay en sus almenas.
Subiendo por la cuesta del Realejo se encuentra la Fundación Rodríguez Acosta, un museo perteneciente a dicho artista que alberga la obra artística del pintor. Desde luego que es un verdadero placer poder disfrutar de cada pincelada de sus obras de arte.
Muy cerca de la Plaza de los Campos se encuentra el Cuarto Real de Santo Domingo, palacete del siglo XIII que usaban los reyes musulmanes en los días de Ramadán. Más tarde, los Reyes Católicos lo compraron y se lo dieron al Convento de Santa Cruz. Fue en el año 1990 cuando comenzó su restauración de mano del Ayuntamiento de Granada. A día de hoy, la única estructura árabe que se conserva en el exterior es una torre que se encuentra rodeada de jardines. En el interior, podemos encontrar arcos, zócalos vidriados, paños de yesería, celosías de yeso, balcones y grandes salas. Su entrada es totalmente gratuita y merece la pena tomarte tiempo para apreciar el arte arquitectónico de la zona.
Para los amantes del arte sacro, la Iglesia de Santo Domingo es una parada obligatoria en el paseo. Situada en la Plaza de Santo Domingo, donde se encuentra un monumento a Fray Luis de Granada, la iglesia acapara todas las miradas de los paseantes. Si te paras a admirarla unos minutos, caerás en la cuenta de que en su fachada no hay influencia de un solo estilo artístico ya que, aunque comenzó a construirse en el siglo XVI con un estilo gótico, diversos artistas fueron finalizando su construcción con estilos renacentistas, barrocos e incluso contemporáneos. En las enjutas de los arcos que conforman el pórtico, podrás apreciar las iniciales de los Reyes Católicos. Desde luego que la Iglesia de Santo Domingo es una pequeña gran obra de arte que te invitamos a descubrir.
De tapas por El Realejo
¿Y qué es de un buen paseo sin un alto en el camino para repostar energía? Si también eres amante del turismo gastronómico, el Realejo es, sin duda, tu barrio. Y es que en el Realejo no sólo podrás disfrutar caminando entre sus calles o admirando sus monumentos, también podrás deleitarte comiendo y bebiendo en cualquiera de sus terrazas. Sin duda, el barrio judío más famoso de Granada es el lugar ideal para todos aquellos que les gusta probar los sabores más típicos de la ciudad en un entorno especial y con encanto.
En la gran plaza Campo del Príncipe, situada en el centro del antiguo barrio judío, en pleno corazón del Realejo, encontrarás un sinfín de terrazas en un ambiente popular. Situada en el antiguo cementerio musulmán, la plaza se creó en 1497 para celebrar la boda de Juan, hijo de los Reyes Católicos, tras casarse en Cantabria. Ahora es lugar de encuentro de amigos y familias que buscan disfrutar de cada bocado junto al sol granadino.
Si recorres la calle Santa Escolástica encontrarás decenas de pequeños bares en los que podrás refrescarte con una bebida acompañada de una buena y variada tapa. Sin olvidarnos de la calle Damasqueros o la Plaza Fortuny.
Así es El Realejo, un barrio reinventado que se ha convertido en mucho más que el antiguo barrio judío de Granada. ¿A qué estás esperando para conocer El Realejo? ¡No puedes faltar en tu próximo visita a Granada!