Álvaro MartínezTanto si eres de Granada como si no, seguro que el Puerto de Motril te suena por diversos motivos. Y es que sus exportaciones marítimas y sus conexiones con ciudades como Melilla son conocidas en toda España. Siendo uno de los Puertos con mayor volumen de mercancías, el Puerto de Motril se ha convertido en un lugar indispensable en cuanto al comercio marítimo español se refiere.
Sin embargo, ¿conoces la historia que hay detrás de este centenario puerto? Te contamos la historia reciente del Puerto de Motril, un puerto comercial, pesquero y deportivo considerado uno de los Puertos de Interés General del Estado.
Historia del Puerto de Motril
Todo comienza en 1908, año en el que comienza su construcción con el objetivo de exportar materiales y alimentos como la caña de azúcar, el hierro y la sal. Este puerto, situado al sur de la península ibérica, se encuentra en el litoral granadino, justo en el tramo comprendido entre el delta del río Guadalfeo.
Pero la historia del Puerto de Motril comienza incluso antes de su construcción ya que el primer intento para su creación fue en 1883, momento en el que se pensó en la construcción de un muelle embarcadero. Y es que la gran afluencia comercial de Motril hacía cada vez más necesaria la realización de este embarcadero. Una industria en desarrollo y un rico suelo agrícola necesitaban un lugar destinado a la exportación marítima como el que es hoy en día el Puerto de Motril.
Sin embargo, tras varios intentos, fue en 1903 cuando se ponen en marcha todos los preparativos. Con la decisión tomada, llegaban nuevos inconvenientes para crear el Puerto de Motril: encontrar el lugar perfecto donde ubicarlo. Y es que Motril quedaba limitado por un accidente geográfico que dificultaba la comunicación con la vecina Salobreña. Por el este también se encontraba con otro límite natural que dificultaba el espacio en el que se tenía pensado localizar la dársena comercial.
Solucionado el problema del emplazamiento, en 1905 el proyecto original es modificado y, como consecuencia, las obras sufren un retraso. Es a partir de la primavera de 1907 cuando el diseño del proyecto sufre un rápido acelerón y se aprueba un presupuesto inicial de ejecución de 3.863.803,5 pesetas. El 16 de julio de ese mismo año José María Márquez, encargado del proyecto, anunció que el Ministro de Fomento había aceptado y firmado el proyecto presentado y que la construcción del Puerto de Motril quedaba fijada para los siguientes seis años y contaba finalmente con un presupuesto de 4.245.000 pesetas. El 21 de octubre fue la ceremonia de la bendición y colocación de la primera piedra del dique de poniente.
Pero la historia de la construcción del Puerto de Motril no acaba aquí. En 1910 se llevó a cabo un estudio de reforma y ampliación del puerto con el objetivo de ampliar la capacidad de la dársena. En 1916 se vuelven a introducir importantes cambios para alcanzar los niveles adecuados de operatividad. Cumpliendo ya los seis primeros años que tenían en mente para su construcción en un principio, en 1917 la situación se complica al quedarse las obras paralizadas por causas no imputables a la empresa contratista.
El proyecto de terminación de los diques de abrigo y la construcción de los muelles de atraque se adjudicaría al empresario granadino José García Bernal. Desde 1931, la Comisión Administrativa del Puerto pone en marcha varios proyectos de mejora de sus instalaciones. Es así como se redacta un proyecto para la construcción de un edificio destinado a lonja pesquera.
Con la llegada de la Guerra Civil, los derechos para la terminación de los diques y muelles del puerto serán transferidos en 1940 al constructor D. José Junquera Blanco. Durante estos años, sobre todo tras la entrada de las tropas nacionales en Motril, el puerto recupera poco a poco su operatividad. Es así como en 1938 el volumen de mercancías se duplica con respecto al año anterior, consiguiendo un total de 53.533 toneladas. Se produce una etapa de corto progreso que la postguerra y el bloqueo internacional al régimen franquista truncaron.
En los años cincuenta los registros se sitúan en los niveles mantenidos durante los primeros años de la postguerra. La recuperación parece llegar en 1952 y mantenerse en alza en 1953 hasta volver a un retroceso un año más tarde. Entre tantas idas y venidas al fin llega la estabilización entre los años 1970 y 1980. Y por fin, es en los años noventa cuando el Puerto de Motril comienza a destacar, ocupando el segundo lugar en la lista de puertos del país, superado sólo por el de Ibiza-Formentera.
Tras una historia de diseños de proyectos y modificaciones, hoy en día el Puerto de Motril genera más de 2.000 empleos, dispone de siete muelles comerciales y uno pesquero, cuenta con 3.127 metro lineales de atraque y desde él se accede directamente a las autovías del Mediterráneo y la A44. Además, es el único puerto con tres aeropuertos a menos de una hora de distancia.
Su posición geográfica, siendo el enclave portuario andaluz más cercano a Madrid y a la zona nororiental del continente africano, lo han situado en un puerto con una estratégica localización. Además, desde él operan líneas marítimas regulares a Melilla y las ciudades marroquíes de Nador y Alhucemas.
Lo que no hay duda es que el Puerto de Motril se ha convertido a lo largo de la historia en un lugar clave de transporte marítimo de pasajeros y mercancía no solo entre los puertos de Andalucía, también a nivel nacional e incluso internacional.
